miércoles, 28 de marzo de 2012

"Facundo" de Domingo Faustino Sarmiento



"Facundo" comenzó a publicarse como folletín el 1° de mayo de 1845 en Chile.
Tiene tres objetivos principales:

  • Explicar la problemática de la realidad nacional de acuerdo al orden histórico, geográfico y social, estudiando la vida de Quiroga para comprender el gobierno de Rosas.
  • Remarcar la poca atención y la crítica que el país recibe por parte de Europa.
  • Movilizar al lector a la acción, incentivarlo a un proyecto de progreso que lo saque de la oscuridad en la que vive.

Además, Sarmiento relata en esta obra una historia que entrelaza tres conceptos fundamentales: Facundo Quiroga, Juan Manuel de Rosas y el país de los argentinos.

Biografía de facundo Quiroga:
(La Rioja, 1793 - Barranca Yaco, 1835) Militar y político argentino. Reveló desde niño una audacia y temeridad notables. En 1806 sus padres lo enviaron a Chile con un cargamento de granos y el joven Facundo se jugó el producto de la venta y lo perdió. Trabajó como peón en una estancia en Plumerillo y los acontecimientos de Mayo de 1810 lo sorprendieron en Buenos Aires.
Allí fue enrolado en el regimiento de Arribeños. Tenía condiciones para el mando pero no para someterse a la rígida disciplina militar, por lo que desertó. Hacia 1816-1818 se desempeñó como capitán de milicias adiestrando reclutas, capturando desertores, organizando milicianos para los ejércitos de la patria y participando en algunas acciones contra los españoles.
Juan Facundo Quiroga, que se ganó el apodo de Tigre de los Llanos, volvió a mostrar su audacia deponiendo al gobernador Francisco Ortiz de Ocampo, a quien reemplazó por Nicolás Dávila; pero cuando, en 1823, éste se negó a renunciar según lo dispuesto por la Sala de Representantes, Quiroga se adueñó del mando. Aun cuando permaneció en el cargo sólo dos meses, a partir de entonces dominó la escena política de su provincia e incluso de las aledañas.
Ordenó no enviar tropas a la guerra con Brasil y desconoció leyes dictadas por el gobierno de Buenos Aires. Derrotó a Lamadrid en dos ocasiones: primero en Tala (1826) y más tarde en Rincón (1827). El general unitario Paz lo venció en Oncativo, pero, auxiliado por Rosas, rearmó su ejército y terminó por imponerse en el norte y en la región andina. Se alejó de la política y residió en Buenos Aires desde 1833 hasta finales del año siguiente, cuando aceptó mediar en un conflicto entre las provincias de Tucumán y Salta.
La imagen que Sarmiento transmitió lo caracteriza como la estampa de la barbarie en oposición a la civilización




Ya desde la introducción, Facundo aparece en su máxima expresión: una “sombra terrible” a la que se evoca, a la que se pide respuestas por el presente dramático. Se le atribuye este vocativo ya que el texto relata que a Facundo se lo considera como un fantasma inmortal, un ser que, aunque muerto, sigue vivo en el recuerdo popular, casi mistificado y eterno. 

A él se recurre frente a la necesidad de soluciones y se lo compara, irónicamente, con la figura de Rosas (“... su heredero, su complemento”). Este Facundo ha tenido una muerte muy violenta y sangrienta (“sacudiendo el ensangrentado polvo que cubre tus cenizas” y “trágica muerte”).

Cuando en diciembre de 1835 se le pide a Facundo que intervenga en las enemistades de algunas provincias, debe abandonar Buenos Aires. Al llegar a Córdoba, le advierten que está todo preparado para asesinarlo, que le conviene volver por el camino de Cuyo, con una gran custodia. Desoyendo esto, continúa su camino y comienza su retorno por el camino de Córdoba. Ya de vuelta le reiteran el boicot que lo va a matar (a él y a la gente que con él estaba). Sin embargo, y sacando a relucir su temeridad y desafío a la muerte, continúa su marcha. En Barranca-Yaco muere Facundo, asesinado de un balazo en el ojo.

La República Argentina está caracterizada en Facundo de una manera muy dura y detallada.
En la introducción evoca a la República Argentina como un país que llama la atención de Europa por sus particularidades en cuanto al gobierno y la situación interna: muchos europeos han tratado de estudiarla, pero se han quedado en lo superficial.
El capítulo I de Facundo consta de una descripción del aspecto geográfico de la República Argentina, vital para Sarmiento, quien piensa en la conducta de los seres humanos con relación al ambiente que los rodea. Es por eso que analiza las disposiciones del terreno y la consecuente distribución de la población, y dice que “el mal que aqueja a la República Argentina es la extensión...”. Por esto, van a haber poblaciones separadas de otras por miles de kilómetros, que van a impedir que haya algún tipo de progreso porque, además de todo, los ríos no están navegados. Entonces compara la navegación aquí con la de Estados Unidos y otros países que sí la aprovecharon.
Ya en Buenos Aires, describe al gaucho típico con total dureza: es un vago que no sabe hacer más que descansar y desdeñar las ventajas que la naturaleza le ofrece. De la ciudad, dice que la gente está constantemente mirando hacia Europa.


Pensamiento de Sarmiento acerca de las masas populares: La masa popular: "Tengo odio a la barbarie popular... La chusma y el pueblo gaucho nos es hostil... Mientras haya un chiripá no habrá ciudadanos, ¿son acaso las masas la única fuente de poder y legitimidad?. El poncho, el chiripá y el rancho son de origen salvaje y forman una división entre la ciudad culta y el pueblo, haciendo que los cristianos se degraden... Usted tendrá la gloria de establecer en toda la República el poder de la clase culta aniquilando el levantamiento de las masas". Carta de Sarmiento a Mitre del 24/09/1861

Los caudillos fueron los conductores de las masas populares de las provincias. Ajenos, en general, a todas las sutilezas que suponía el ejercicio del poder dentro de la concepción de los grupos ilustrados.(...) fueron jefes populares, que si llegaban al poder por la violencia, y no poseían título jurídico para ejercerlo, tenían en cambio una tácita adhesión de ciertos núcleos que los respaldaban y los sostenían. El secreto de esa adhesión residía en la afinidad entre el caudillo y las masas populares. El caudillo pertenecía casi siempre a esa misma capa social; participaba del mismo tipo de vida, y rechazaba con la misma aversión las formas evolucionadas de convivencia que se le quisieron imponer



Educar: su única ambición. Día a día, desde todos los ámbitos y lugares: desde el periodismo, desde el poder, desde el exilio, desde la literatura. Educar en Buenos Aires y en las provincias; en Chile y en Paraguay; al rico y al pobre, al hombre y a la mujer, al adulto y al niño. Educar. Verbo liberador, puerta de entrada a los demás verbos amados por Sarmiento: crecer, democratizar, ser, progresar.


Bibliografía:
http://html.rincondelvago.com/facundo_faustino-sarmiento.html
http://www.monografias.com/trabajos5/gobro/gobro.shtml
http://www.educ.ar/educar/sarmiento-hechos-y-perspectivas.html
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/q/quiroga_juan_facundo.htm
"Facundo" de Domingo Faustino Sarmiento




1 comentario:

  1. Cada cita debe tener relación con su aclaración de bibliografía. Algunas no son solo comentarios. La información es muy completa pero a falta de referencias o comentarios tuyos se pierde el sentido de pregunta y respuesta que se pedía.

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